Terra Nil plantea una cuestión que todos nos preguntamos: ¿Cuál es el resultado cuando somos nosotros mismos la amenaza para nuestro planeta? Esta pregunta es respondida al ofrecernos la oportunidad de restaurar un mundo destruido por los efectos del cambio climático y la civilización humana. Esto resulta en un juego único de “constructor de ciudades inverso”, con una mecánica interesante, y una experiencia satisfactoria y con un significado importante.
El planeta Terra Nil ha experimentado una devastación sin precedentes. Las tierras prístinas, hermosas playas y montañas volcánicas se han convertido en terrenos tóxicos desolados. Una gran ciudad que visitas se halla sumergida bajo el océano, excepto por algunos edificios altos que se elevan por encima de la superficie. Tu misión consiste en ayudar a la naturaleza a recuperarse de este desastre sin precedentes.
Los juegos constructores de ciudades ofrecen la oportunidad de dirigir al planeta hacia la dirección correcta. Para cada región, los pasos son similares: limpiar el suelo y el agua, restaurar los diferentes biomas, reintroducir la vida animal y luego reciclar los equipos usados. Ver cómo el paisaje cambia de un estado sombrío a uno de vida y colocar las máquinas y artefactos necesarios para lograrlo es una experiencia gratificante; aún más gratificante es ver cómo la vida animal regresa al área al final de la misión.
Es primordial que utilices tus recursos con intención, porque no hay ningún plan B una vez que los gastas. Muchas veces me encontré en una situación donde los recursos eran insuficientes para salir. En estos casos, podías volver al punto anterior, pero generalmente era necesario comenzar de nuevo desde el principio, lo cual era muy frustrante. Detestaba perder tanto tiempo por no haber planeado mejor. Sin embargo, comenzar de nuevo con un plan bien estructurado es muy gratificante.
Mientras jugaba en los cuatro mapas principales, los desarrolladores me guiaban paso a paso sobre lo que debía hacer. Esto me hizo sentir que el juego me estaba sujetando demasiado. Esperaba que la experiencia fuera más libre y creativa, pero al final, aún no sentía la libertad asociada con el género. En algunas ocasiones, cuando el manual del juego no me daba instrucciones claras, me quedaba atrapado sin saber cómo avanzar. Terra Nil encontraría un balance entre estos dos aspectos.
Una vez que mi cerebro logró comprender y aplicar las mecánicas del juego, completé la campaña principal. Después de eso, fui capaz de explorar y jugar libremente en cada región, con diferentes mecánicas. Por fin, sentí la libertad que había estado buscando durante toda la experiencia. Es una pena que tuve que esperar hasta el final para sentir que había salido del tutorial.
El lanzamiento de Terra Nil ofrece algo valioso en términos de jugabilidad y contenido. Se enfoca en el desarrollo ambiental en vez del humano, lo que lo hace ser algo único. Si bien en ocasiones se interrumpe el ambiente pacífico con mecánicas desiguales, esta es una experiencia de valor para aquellos que buscan una nueva forma de explorar el género de simulación.
